sábado, 4 de octubre de 2008

Dos perros y un destino


Este es Dady, mi compañero de piso en este momento. Es un shar pei, yo creo que "con piligrín", al que dejaron atado a un poste frente al albergue de PROA y que ahora espera que alguien le adopte definitivamente. El caso es que ahora nos llevamos mejor, a pesar de sus trucos para ganar el premio al perro más cariñoso de la casa. Yo no puedo competir con ese "abracito" de 20kgs y más de un metro en posición vertical, lo que no quiere decir que no me meta por medio para hacerlo todo un poco más difícil. Es majo el tío, aunque le gusta jugar más con otros perros que conmigo, y eso que últimamente me he acostumbrado tanto a su presencia que hasta le provoco en el parque. Dicen que vino a casa porque tenía depresión, y no me extraña porque el muy bobalicón enseguida se encariña de los humanos. Debió de ser muy duro para él.

El sábado estuvimos de mercadillo y paseo perruno - donde fue tomada esta instantánea. Como yo no tengo alergia me puse hasta las trancas poniendo en práctica mis técnicas de seducción: caídita de flequillo, mirada de reojo... y si se resisten, no hay nada como ponerse a dos patas. Eso sí, llegamos tan reventados que ninguno de los dos se meneó de su cama hasta el día siguiente.

Espero daros pronto buenas noticias sobre Dady - no lo entiendo: si en el Salón de la Adopción tuvo muchas propuestas en firme!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esa pareja perrunil... tachán! ahora, quién es Robert Redford y quién Paul Newman? XD