domingo, 9 de noviembre de 2008

Los perros van al cielo

Mi madre está triste porque le han dicho que el perro favorito de mi padre en el albergue de PROA ha muerto de repente. Nunca fue adoptado y nunca vivió en una casa, pero yo le veía siempre contento jugando con su compañero de chenil. A veces somos más felices por las cosas que nos rodean que por tener lo que otros tienen. Seguro que Rambo no habría cambiado sus mordiscos con Homero ni los mimos de los voluntarios por vivir con una panda de aburridos como nosotros en una casa tan pequeña.

Adiós, colega, ya no estás aquí y te echaremos mucho de menos tanto los que siempre tuviste cerca como los que siempre te enviábamos una mirada furtiva cuando íbamos de visita. Vete contento, porque supiste adaptarte al destino que otros te impusieron y lo llevaste con una alegría ejemplar para perros y humanos, siempre esperando una familia para tí que no llegó. Gracias por tu ejemplo, gracias por no rendirte nunca.


“¿Crees que los perros no irán al cielo?
Te digo, que ellos estarán ahí mucho antes que cualquiera de nosotros”.
Robert Louis Stevenson

2 comentarios:

Anónimo dijo...

llevo todo el día sin sentarme, sin parar a pensar, ponerlo en el foro ha sido horrible, ha sido tener que admitirlo y asumirlo.

Gracias por acordaros de él y por vuestras palabras...

Love you, babe

ruth

Unknown dijo...

Rambo es de esos que aunque pareciese que pasaba desapercibido no lo hacia, creo que todos nos parabamos a pensar al verle, que siendo distinto a los otros perros habia conseguido ser feliz. No le olvidaremos...

Un beso!