domingo, 22 de marzo de 2009

Maribla


Mi madre aún no ha debido de entender que NO ME GUSTAN LOS CACHORROS. Ayer se fue a plantar árboles al albergue y volvió con una sorpresa de unos 10kgs en un transportín. Ella la llamaba Mariblas, pero a mi padre le parecía que Maribla quedaba más ruso y cosmopolita. Dady y yo la llamábamos "Maritostón"


Parece ser que a Maribla le atacaban sus hermanos por ser la más débil. Ya se habían librado de otra hermana, que también fue rescatada "in extremis". Así que a mi madre le pareció buena idea traerla a casa por unos días, ya que los cachorros se van pronto a Alemania.
Pero no ha colado. Dady al final casi se había acostumbrado a ella, pero yo no aguantaba sus requiebros. Y es que yo soy más de ajedrez que de pilla-pilla. Y como Dady si se anima juega al pilla-pilla versión brusca, estábamos todos estresados: ella no podía jugar, nosotros no queríamos jugar, si Dady se acercaba mucho, le regañaban. Y se ha vuelto al albergue.
Mi madre está un poco tristona y la verdad es que la perrilla era maja, pero yo creo que lo que más le ha descuadrado ha sido mi airada protesta. ¡Qué se habrán creído estos niños!


Foto testimonial del buen ambiente reinante entre Maribla y Dady - en los tiempos muertos, claro. Yo no salgo en la foto porque estaba buscando el cuchillo jamonero para hacerme el hara-kiri.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ten cuidado Chewie, que tus papis acabarán haciendo una sucursal de PROA en casa.

Ceci

Anónimo dijo...

Jajajajaja, que carácter Chewie. No conocía yo esta parte de tu carácter tan dictadora. Acuérdate que la camiseta que llevas es de una protectora y no de una gaviota...
Pobre bebita, estará deseando llegar a tierras germanas para dejar de ser discriminada.
Laura IRISS