martes, 25 de agosto de 2009

El final de una etapa


Pues parece que nuestra andadura como casa de acogida está a punto de acabar. No es que hayan desaparecido milagrosamente los perros necesitados, sino que nuestra labor va a cambiar de rumbo. Ya no será acogida sino pre-adopción.



Dice mi madre que ella me quiere mucho, pero que quiere un perro grande ahora que tiene casa, jardín y campo. La última acogida nos dejó a todos un poco tocados y con ganas de algo más estable. ¡Hasta los vecinos nos han pedido que no tengamos perros "de quita y pon"! Eso, los que no nos han puesto a parir cuando los acogidos se han ido de casa. Así que ahora el objetivo no va a ser tanto ayudar a un perro a aprender a estar en una casa o a cuidarle de una enfermedad o de una depre, sino que va a ser una especie de casting de compañera para mi. Sí, sí, va a ser una titi y la voy a elegir yo! El sueño de muchos machos hecho realidad en mi vida una vez más - ese y el de pasar una romántica tarde en El Retiro con las chicas Excálibur, aunque sea en un Salón de la Adopción.

¿Y por qué una hembra? Bueno, yo me llevo bien con todos, ya lo sabéis, pero con las que han estado en casa me ha dado el rollo protector, ellas me han medio adoptado con eso de que soy pequeño, y bueno, en general ha habido más feeling que con Dady. Y ya conocéis mi lema: mariconadas, las justas. Además ya tengo un colega de mi tamaño, el Fito, y queremos una chica en nuestra banda para reirnos si se pone ñoña, y si es grande más fácilmente le podremos echar la culpa si desaparece un tapper con pollo de la encimera de la cocina, por ejemplo. Y todo además muy casto porque estamos los dos castrados, con lo que no nos pelearemos por escaparnos con ella al trigal de enfrente de casa.

Ya os iremos informando de cómo va la cosa. Mientras tanto, os dejo la última Foto de Familia y la primera: Dama y Bola, dos chicas que dejaron huella.



Bueeeno, venga, y la de Dady también, cuando le vistieron de Hellboy. ¡Qué recuerdos!



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sábado, 8 de agosto de 2009

El poder de una sonrisa


Pues otra semana movidita en el cielo de los perros y de los gatos. Primero Bruce Springsteen... no, calla, el de la colonia... ¿cómo se llama?... esta memoria octogenaria... Boss, eso, Boss. Otro con la pelotita en la boca. Cuando se enteró de que Thalía estaba aquí, se fue corriendo a verla. Veremos a quién le toca recoger todas las pelotas que se quedan por ahí tiradas. Luego, un lirón careto cojo, al parecer intoxicado por un anti-garrapatas, porque no veas las bocanadas de aire fresco que se metía mientras rellenaba la ficha con sus datos. Y como no hay dos sin tres, ella.




A ver cómo os explico ésto. El cielo donde estamos es blanco, luminoso, eso ya lo sabéis, pero es que cuando entró Electra fue como si hubiera entrado un ángel blanco. Su sonrisa iluminó toda la estancia, blanca y rosa, tranquila y suave, alegre y serena. Hacía tiempo que no veíamos una cosa así por aquí.
Tuve la oportunidad de escuchar su triste historia. Había sido rescatada al límite de sus fuerzas en unas circunstancias horribles - dice que hasta llegó a comer del cadáver de un compañero para sobrevivir. Desde ese momento, su vida había sido una continua lucha por sobrevivir. Tenía que vivir para dar las gracias a quienes la habían sacado de aquella carretera, a los que la cuidaban a diario, a los que la visitaban los fines de semana. ¿Y cómo da un perro en esas condiciones las gracias? Sacando fuerzas de flaqueza para poder ir a la casa que la estaba esperando en Alemania - hasta le habían conseguido un hogar en tiempo récord. Si lo que no consigan éstos de PROA.

El pronóstico tenía mala pinta: si trataban la leishmania, los perdigones que tenía alojados en el cuerpo le provocaban hemorragias; si no la trataban, la bicha acabaría con ella. Pero ella le plantó cara a todo lo que le vino, siempre con una sonrisa, con la misma con la que recibía a quienes llegaban al albergue, hasta que no pudo más. Y una noche de verano, al abrigo de sus compañeros Balto y Beethoven, murió.

Allí la bautizasteis como El Ave Fénix porque milagrosamente resurgió de sus cenizas. Nosotros la llamamos El Ángel de la Sonrisa Blanca.
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miércoles, 5 de agosto de 2009

Estoy enfadado y ahora no respiro


Mis padres son unos egoístas y estoy enfadado con ellos, así que pienso flagelarles con el látigo de la indiferencia desde lo más alto del pedestal de mi orgullo a partir de mañana, cuando se vaya Bola, mi inseparable compañera.



Llevo un año haciendo de anfitrión de perros de acogida y con todos, excepto Maribla - pero esa no cuenta porque no tenía edad suficiente para ser considerada más que una cachorra - he tenido una relación cordial. Con Dama, bien, pero estaba muy hecha polvo para un joven activo como yo; con Dady, bien, cada uno en su sitio, juntos pero no revueltos, pero Bola... Desde que entró por la puerta, me cayó bien. Yo no entendía por qué no quería subir a la cocina y se quedaba en el trastero, pero luego oí que nunca había estado antes en una casa y que tal vez por eso, o porque le recordaran a los entrenamientos de perros de pelea en los que trabajó antes de ser rescatada, tenía pavor a todo. Yo bajaba a buscarla, y mientras no quiso subir a nuestra habitación, dormí con ella en la planta de abajo. Pronto ella me adoptó como a su cachorro, me olisqueaba, hacía lo que yo hacía y venía donde yo iba. Hasta la enseñé a subir y bajar escaleras sin resbalar y sin tener miedo. Y qué risa la noche que nos pusimos con Fito a jugar al pilla pilla los tres. Era genial!

Oí a mi madre un par de veces lloriquearle a mi padre la adopción de Bola, pero él seguía firme con lo de la acogida. Además, si nadie había querido adoptarla en cinco años, no había prisa y además habría que comentar cosas con PROA antes de tomar la decisión definitiva... Pues se equivocó y llegó una solicitud. Mi madre imprimió la suya, pero por esa maldita manía de "hacer las cosas como Dios manda", nunca la entregó porque nunca pudo dar unas explicaciones que sólo ella creía necesarias. Ella dice que no quería hacerle la competencia a la familia que lo había solicitado, sino que, en caso de no ser apta, hacerlo ella. El caso es que parece que sí son aptos y Bola se va mañana de casa.

Toda la vida deseando ser hijo único y ahora que vuelvo a serlo... no quiero que se vaya, jooooo. Intento no buscar culpables, sobre todo porque me salen sólo dos candidatos al puesto y son los que me dan de comer, me llevan al vete, etc, pero sí que me da rabia. Podrían haber hecho más, mucho más. ¿Que ahora están tristes? Pues ellos se lo han buscado, y si puedo hacer que se sientan peor, lo haré.

Nuestra rubia... mi mami... buena suerte... te echaré de menos (snif snif snif)



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