No adoptes, apadrina

¿Te gustan tanto los animales que, si adoptaras uno más, declararían tu casa núcleo zoológico ilegal? ¿No te importaría tener un perro pero tendrías que levantarte a una intempestiva, cual trabajador de MercaMadrid, para sacarle por la mañana? ¿Te gustan los gatos que no sueltan pelos, que no arañan los muebles ni las telas y que no dan alergia y a ser posible que no sean de peluche? ¿Te gustaría tener un sharpei pero no tienes tiempo para estar con él, educarle correctamente y sacarle de paseo? Pues hoy es tu día de suerte porque te voy a ofrecer la solución a todos tus problemas: APADRINA.

Así empezaron estos dos - yo me las prometía muy felices, días de vino y rosas que duraron lo que tardaron en traerse a la ahijada a casa de acogida. El apadrinamiento es una opción que ofrecen muchas protectoras. Por una cantidad al mes que sirve para sufragar gastos veterinarios, de manutención, etc, puedes apadrinar al perrillo o gatillo que quieras y sacarle de paseo en el horario que cada protectora estipule. Y está guay porque a nosotros nos puedes sacar a dar un rulo, enseñarnos a ir con la correa, a conocer a esa especie rara que son los cachorros humanos, nos puedes sobar todo lo que quieras y regalarnos juguetes. Y no te ensuciaremos la casa, ni tendrás que madrugar más, o si tienes problemas de movilidad, vienes a vernos y a darnos chuches y ya está. Si un finde estás por ahí y no puedes venir, pues los voluntarios de albergue nos sacan, no te preocupes; que adoptan a tu ahijado, pues apadrinas a otro de nosotros, que lamentablemente somos bastantes.

La idea es tan buena que los taxis de Londres este verano llevaban publicidad sobre eso. Estos dos pringaos fliparon tanto cuando lo vieron que no les dio tiempo a sacar una foto, así que he tenido que coger una de internet, espero que no os importe - haciendo click en la foto y sabiendo algo de inglés, podéis acceder a la web que anuncia. Y ya sabéis: APADRINA UN PERRO.

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Soy Maru, encantada

Me llamo Marujita y nací en un pueblecito de Guadalajara hace ahora casi 20 años. Siendo una cachorrilla me adoptaron los G.G., e hice mis primeros viajes en coche - y tuve también mis primeros mareos. Viví una temporada en Zaragoza, pero al poco tiempo la familia decidió que estaría mejor con ellos en Madrid.

Pasé mi tiempo entre el campo y la ciudad, hasta que el 10 de octubre de 2007, viendo que NoGRoD tomaría en breve el relevo de mi misión de cuidar de la niña, me tumbé en la cama que habíamos compartido ella y yo desde que nos fuésemos a vivir juntas y me quedé dormida... para siempre.

Ahora estoy con mi otra ama, la de verano, que nos había dejado tres años antes. No puedo dar datos del sitio en el que estoy, sólo que hay mucha luz. Mi misión es la de contar cosas que me ocurrieron en mis más de 18 años humanos de vida y dar un toque más felino a este blog.

Y para empezar, os presento a Clouseau. Me encanta su perilla, ¡me recuerda tánto a Quevedo! Estos jovenzuelos.

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Mamá, tengo pis

El concepto cachorro me da un perezón tremendo, qué queréis que os diga. No es que no se merezcan un hogar igual que los adultos, pero nosotros ya tenemos claro una serie de cosas, como dónde se hace pipí y popó - si es que hasta el lenguaje que usan es hortera! -, que la melanina de los muebles no es muy digestiva que digamos, y que las zapatillas de nuestros amos, por muy pequeñas que sean, no nos valen.

Tal vez algún día tenga que ayudar a alguno de ellos a socializar o echar un cable en su rehabilitación, pero mientras pueda escaquearme... Y con esa intención cuelgo aquí el vídeo que han hecho los de PROA sobre el asunto. De todo el montaje lo que más me gusta es eso de que "a nosotros no nos importa si no eres el más guapo", jeje. A verlo, a disfrutarlo, y a enseñarlo a los colegas, que seguro que les gusta alguno de los protas y lo pueden adoptar o apadrinar.

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¿Quién sabe dónde?

Cuando abrí este blog - por aclamación popular - descubrí que somos muchos los perros que tenemos algo que decir. Parece ser que Peludo, un colega de Murcia, fue uno de los primeros en apuntarse a esto de las nuevas tecnologías, allá por 2004. La verdad es que me da envidia la gran cantidad de amigos que tiene, a juzgar por la de links que hay en su blog, pero es normal porque está muy currado.

Pero a veces desaparecen sin dejar rastro, como la perra bala. Ada abrió un blog que yo visitaba de vez en cuando, hasta que un buen día me salió un mensaje diciendo que ya no existía.

Ada, si lees este mensaje, ponte en contacto con nosotros para saber que estás bien. Si no quieres volver al cyber-espacio, no lo hagas, pero al menos no nos tengas con esta congoja, que últimamente no ganamos para disgustos.

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Thalía

La mayoría de los que leéis habitualmente el blog de Chewie colaboráis ya con alguna protectora y sería un exceso por mi parte pediros más. Sin embargo, creo que debo hacerme eco de la situación de Thalía. Ahora mismo su vida corre peligro porque necesita atención exclusiva debido a su delicado estado de salud. No sé exáctamente de qué padece, pero se encuentra tan mal que ni tiene ganas de comer ni de vivir y por eso PROA está buscando con todas sus fuerzas una casa de acogida en Madrid con unas características muy particulares.

Ya sé que vosotros no podéis o ya os habríais puesto en contacto con Ruth o con Yolanda, pero os pediría que le diérais una vueltecita más, a ver si podéis pensar en alguien que estuviera dispuesto - os he puesto acceso directo al tópico sobre el tema para que tengáis a mano toda la información necesaria. No es que los de las protectoras seamos unos llorones, es que es duro, y podéis comprobarlo en las palabras de Neptunilla.

Ser casa de acogida es duro, sobre todo si tienes animales muy deteriorados físicamente ya que supone muchas visitas al veterinario - en eso os echaríamos un cable - y en ocasiones mucho trabajo hasta conseguir que se tome las pastillas o que se deje hacer las curas. Pero es muy reconfortante, y aunque parezca un topicazo, cuando comparo la primera foto de Dama al llegar al albergue y la última en Alemania, con su rabito tieso, me emociono.

Hay gente que criticaría esta actitud ya que hay muchos humanos que también necesitan ayuda. A ellos les diría que no es incompatible dejar a tu perro en casa de vuelta del veterinario y coger la bolsa para hacer una noche de hospital, o al menos para aquellos con sentido de la responsabilidad y cierta sensibilidad - yo llevo así desde abril. Además, ¿no se pican los tíos porque decimos que no pueden hacer dos cosas a la vez? Chicos, ¿no os apetece tener perro durante una temporada, a ver qué tal?


Por favor.

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Japi bérdei chú mí,Chew-ba-ckit-a fe-liz

Parece que fue ayer cuando llegué a la vida de estos dos y de eso hace ya un año! Pues sí. Corría el año 2007 y estos dos habían decidido adoptar un perro tras la muerte de Marujita, la gata octogenaria cuya foto preside el salón. Se pusieron en contacto con ALBA para adoptar a Boletus, un cruce de teckel que salía muy bien en las fotos... pero que era un histérico. El caso es que cuando fueron a verle ya estaba reservado en Alemania, pero compartiendo chenil había otro perro: moi. A NoGRoD le gusté en cuanto me vio, pero ella era más reticente. Hicieron la prueba del gato y allí sí me lo curré: una actuación de Oscar de la Academia.

No supe nada de ellos hasta pasadas dos semanas, cuando pasé el finde con una voluntaria y sus gatos, jeje, y el domingo me trajo a Lavapiés. Recuerdo que subí las escaleras ansioso por descubrir quién me habría adoptado. Y allí estaban ellos. Estaban muy nerviosos, como si temieran que la casa no gustara a los de la protectora y no les dejaran adoptarme - qué pringaos. Ella no paraba de disculparse por tener una casa pequeña, él permanecía callado, atento. Le contaron a Mónica cómo habían conseguido que otro voluntario me sacara fotos de extrangis durante la cuarentena para llevárselas a su boda en Irlanda - yo ahí, en plan internacional -, se habían empollado todo lo relativo a la leishmaniosis, discutían si me quedaba mejor un collar y correa en tonos amarillos o en negro.

Y como no me voy a poner ñoño, ahí va la primera foto que me hicieron aquí, tomada hace exactamente un año. Ya casi no me veo la chorreja (cervezas, palitos,..), las melenas se me han igualado, pero sigo siendo el de entonces. ¿A que estoy guapo, nenas?

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Dady está enamorado,Dady está enamorado

Ni gastronteritis ni nada: mariposas en el estómago es lo que tiene éste, amooooor de arrugao. Os pongo en antecedentes: cuando estos dos se enteraron de que el próximo acogido sería un shar pei, entablaron más amistad de la que ya tenían con una pareja que tiene uno. Desde entonces, cada vez que pasamos cerca de ellos, estos dos se paran a darle a la sinhueso, Dady se pone con los otros perrazos a olerse el culo y yo me quedo ahí, con cara de bobo, esperando a que arranquen. Peeero algo ha cambiado, y es que uno del grupo ha añadido a su manada de pivitas una cachorrilla de bulldog francés blanca y Dady no se separa de ella - Melo, te juro que es cierto y no es por hacerte la pelota. Y mira que ella le enseña la lengua y en cuanto le ve corre a refugiarse a las piernas de cualquier humano. Pero a él le da igual, y cuando por fin arrancamos para continuar el paseo, él se gira de repente y se va a por ella.

Yo ya le he dicho que la deje en paz, que es pequeña y puede meterse en un buen lío por asaltacunas, que se vaya a por Takui, que es de su raza y la llevan toda mona, con su collar de tigresa, pero él nada. No sé cómo acabará toda esta historia.

Y por aquello de la defensa del menor, he cogido una foto de Internet una perrilla que no es D. pero para que os hagáis una idea. Por si acaso, le hemos puesto una banda en los ojos, no vayamos a tener problemas de imagen, que bastante tenemos ya con la corrupción de menores!

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Los perros van al cielo

Mi madre está triste porque le han dicho que el perro favorito de mi padre en el albergue de PROA ha muerto de repente. Nunca fue adoptado y nunca vivió en una casa, pero yo le veía siempre contento jugando con su compañero de chenil. A veces somos más felices por las cosas que nos rodean que por tener lo que otros tienen. Seguro que Rambo no habría cambiado sus mordiscos con Homero ni los mimos de los voluntarios por vivir con una panda de aburridos como nosotros en una casa tan pequeña.

Adiós, colega, ya no estás aquí y te echaremos mucho de menos tanto los que siempre tuviste cerca como los que siempre te enviábamos una mirada furtiva cuando íbamos de visita. Vete contento, porque supiste adaptarte al destino que otros te impusieron y lo llevaste con una alegría ejemplar para perros y humanos, siempre esperando una familia para tí que no llegó. Gracias por tu ejemplo, gracias por no rendirte nunca.

“¿Crees que los perros no irán al cielo?
Te digo, que ellos estarán ahí mucho antes que cualquiera de nosotros”.
Robert Louis Stevenson

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