domingo, 10 de enero de 2010

Nieve


Cómo lo pasamos los perrillos en la nieve - si no eres friolero y si te ponen un buen chubasquero, como a los PG. Nos encanta saltar sobre ella, intentar correr, revolcarnos en ella, juegar como si fuésemos unos cachorros. Deberíais ver el vídeo de Tropi, la perrilla de mi novia, en Ávila. ¡Es un punto! El único inconveniente que yo le veo a esto de la nieve es que se me solidifica entre los pelos y hay un momento en que no puedo con el bloque que llevo adherido a las patas, pero enseguida pongo cara de circunstancias y alguno de estos dos viene a socorrerme. Un par de meneos y como nuevo, a seguir haciendo el burro.



Y al llegar a casa, un baño con agua tibia para quitarnos el hielo de encima y corriendo a nuestro cojín, a recuperar temperatura. Pero hay otros colegas que no tienen tanta suerte.

Me refiero a esos que viven abandonados en grandes fincas, de las que algún día escapan buscando compañía o algún sitio donde resguardarse de la lluvia; me refiero a aquellos cuya salud ha ido deteriorándose con la vida a la intemperie; pienso en aquellos que no tienen chubasquero ni quien se lo ponga y que vagan por los arcenes; recuerdo a aquellos colegas de protectoras que no tienen calefacción en sus cheniles; en definitiva, pienso en otros que tienen menos suerte que yo y que tal vez, esta blanca Navidad, morirán de frío.

1 comentario:

Unknown dijo...

ooohh!!! que potita que es la nievee!!! jeje
lo que pasa que es verdad que tiene doble cara, para los que luego nos metemos en casa y nos ponemos con la calefacción lo vemos precioso, mientras que los que están en la calle, lo pasan realmente mal.