Pues parece que nuestra andadura como casa de acogida está a punto de acabar. No es que hayan desaparecido milagrosamente los perros necesitados, sino que nuestra labor va a cambiar de rumbo. Ya no será acogida sino pre-adopción.
Dice mi madre que ella me quiere mucho, pero que quiere un perro grande ahora que tiene casa, jardín y campo. La última acogida nos dejó a todos un poco tocados y con ganas de algo más estable. ¡Hasta los vecinos nos han pedido que no tengamos perros "de quita y pon"! Eso, los que no nos han puesto a parir cuando los acogidos se han ido de casa. Así que ahora el objetivo no va a ser tanto ayudar a un perro a aprender a estar en una casa o a cuidarle de una enfermedad o de una depre, sino que va a ser una especie de casting de compañera para mi. Sí, sí, va a ser una titi y la voy a elegir yo! El sueño de muchos machos hecho realidad en mi vida una vez más - ese y el de pasar una romántica tarde en El Retiro con las chicas Excálibur, aunque sea en un Salón de la Adopción.
¿Y por qué una hembra? Bueno, yo me llevo bien con todos, ya lo sabéis, pero con las que han estado en casa me ha dado el rollo protector, ellas me han medio adoptado con eso de que soy pequeño, y bueno, en general ha habido más feeling que con Dady. Y ya conocéis mi lema: mariconadas, las justas. Además ya tengo un colega de mi tamaño, el Fito, y queremos una chica en nuestra banda para reirnos si se pone ñoña, y si es grande más fácilmente le podremos echar la culpa si desaparece un tapper con pollo de la encimera de la cocina, por ejemplo. Y todo además muy casto porque estamos los dos castrados, con lo que no nos pelearemos por escaparnos con ella al trigal de enfrente de casa.
Ya os iremos informando de cómo va la cosa. Mientras tanto, os dejo la última Foto de Familia y la primera: Dama y Bola, dos chicas que dejaron huella.
Bueeeno, venga, y la de Dady también, cuando le vistieron de Hellboy. ¡Qué recuerdos!